NUEVO BLOG: www.palomalahoz.com

No esperaba tener tantas visualizaciones de mi humilde blog creado en Octubre del 2016. Gratamente sorprendida, este ha sido un impulso para seguir escribiendo, la motivación para seguir mejorando y para comenzar, la carta de presentación en una nueva imagen de blog.

MUCHAS GRACIAS a los que habéis tenido el interés de acercaros a mi.


Le conociste con tan solo unos meses de vida y este pequeño peludo, antes color rosa y ahora indefinible, relavado, remendado, perdido y encontrado, sigue siendo tu imprescindible cada noche, en cada viaje, el que te reconforta en los momentos tristes, del que siempre te acuerdas, el que decora el centro de tu cama cada mañana cuando te marchas y a quién encuentras esperándote. De todos los juguetes que han pasado por tu vida, ni los más vistosos, deseados o bonitos, han conseguido ganar tu cariño, salvo tu osito.
Cuando un juguete se convierte en algo único, cuando lo aprecias, lo valoras, lo cuidas..., deja de ser un mero objeto.

Este peluche me recuerda hoy que, las cosas más sencillas de la vida son las que tienen más valor y también, las que suelen pasar desapercibidas. Y si!! Podrías prescindir de todos tus juguetes pero tu osito es sencillamente..., insustituible!!!

Y qué importan el resto de juguetes si luego encuentras el juego en las cosas más sencillas!!, justo allá donde hay piedras, arena, conchas, palos, hojas, agua, cajas vacías, pinturas y cualquier objeto que desata tu IMAGINACIÓN, CREATIVIDAD,...!!!. Quédate ahí! no entres en el mismo "juego" de los adultos, déjame entrar en tu mundo, enséñame a mirarlo con tus mismos ojos y quedémonos allí juntos para siempre. 

A Jimena y Nicolás


Vivimos con la tentación y las ganas de comprar continuamente..., oh si!!! No hace falta ni moverse del sofá!. Un amplio escaparate virtual, en las redes sociales, a través de los medios de comunicación y centros comerciales. Sírvase usted mismo porque hay para todos, desde la gama low cost hasta las marcas más elitistas. Soy una víctima más en muchos momentos, con tentaciones de adquirir un modelito de ropa estupendo, complementos de última moda, material deportivo de última generación, una nueva bicicleta mtb monoplato más ligera, con mejores prestaciones y bla, bla, bla y bla!. Todo eso está muy bien pero la pregunta es..., ¿lo necesito o realmente me estoy creando una falsa necesidad?. ¡Oiga pues no!, tengo una bici fantástica y unas piernazas estupendas con ganas de dar pedales... ¿Hace falta más?. Es entonces cuando dejo de mirar y así, sabiendo que lo que prima es el fin, que los medios se ajustan a mis necesidades y no lo imposibilitan, estoy más que satisfecha!. 
¿Cómo es posible que se siga fabricando y consumiendo de forma tan desmesurada, sin sentido ni sensibilidad?. No hay excusa para no darse cuenta de que nuestra forma de consumo tiene una repercusión en la degradación de los sistemas globales y que, cada uno de nosotros somos responsables de nuestros actos. Como el salmón que nada a contra corriente, intento difícilmente, retenerme ante el fuerte e inevitable flujo al que empuja esta sociedad mal globalizada, que te cuenta versiones e interpretaciones distorsionadas de la verdad para dirigir sus intereses de poder. Me mantengo en el intento de desintoxicarme y no perder de vista el valor de las cosas sencillas. Sucede que, cuando abres la puerta hacia el consumo responsable, es difícil mantenerla cerrada sabiendo lo que hay detrás (El consumo nos consume -ver enlace-). Cuando consigues ver el valor real de cada cosa y te deshaces de todo lo innecesario, te sientes mucho mejor, adquiriendo una perspectiva de lo material completamente diferente, reduciéndose las "falsas necesidades" y caprichos. Al comprar menos cosas porque no las necesitas, puedes invertir en otras cuando haga falta, de mayor calidad y que a su vez, que hayan pasado un proceso de producción ético (ambiental y humanitario). Y casi sin darte cuenta, de una forma natural y progresiva, vas adoptando un comportamiento de consumo responsable, apoyando así, el desarrollo sostenible y adquiriendo conciencia medioambiental. Porque sí!!, la salud de nuestro planeta está seriamente comprometida y por ende, toda la vida que sustenta y acontece en ella; animales, plantas y personas. 

El ser humano desde los orígenes, produce utensilios, intercambia instrumentos y consume objetos. Cuanto más autosuficiente es un ser, menos necesidad de consumo tendrá para el desarrollo de sus funciones vitales. El hecho de consumir es una necesidad humana y por tanto, seguiremos necesitando ingerir alimentos, consumir objetos, utilizar herramientas. Y bienvenida sea la tecnología, bienvenidos los avances y el desarrollo. El problema no es tanto el consumo sino el hiperconsumismo. Ese que nos conduce a consumir sin necesidad real, por el placer de obtener objetos nuevos, por cubrir carencias y vacíos emocionales,... 
Es una ideología impuesta en el imaginario colectivo, generando al ciudadano necesidades y carencias que quieren ser cubiertas. Este hiperconsumismo  devora también el alma del deporte, su esencia y como consecuencia, se invierte el orden del fin y de los medios. Cuando los objetos de consumo debieran estar al servicio de la práctica deportiva, el deporte se convierte en muchos casos, en un mero escaparate para lucirlos, para mostrar lo que uno posee y lo que consigue, es manipulado e instrumentalizado, cayendo en la trampa de la imagen y superficialidad. El principal del deporte ES hacer, realizar, es sobriedad, eres tú con tu cuerpo, mente, espíritu, frente a tus límites físicos, mentales, exteriores... y el resto, son únicamente soportes materiales que facilitan su práctica. 

En este deseo de expresar, la intención trata simplemente de reflexionar y generar un estímulo hacia un consumo critico, justo, responsable y sostenible -ver enlace-, con la obligación moral y personal de utilizar y compartir acciones empresariales interesantes como http://reparaciondecarbono.com/(puedes buscarle también en Facebook). Mi bicicleta de montaña, que me acompaña desde el 2014, compañera de fatigas en un sinfín de kilómetros recorridos en pruebas, rodajes y aventuras inolvidables, ya estaba reclamando una puesta a punto seria. Al principio pensé en cambiar de bici y  cierto que me llovieron varias ofertas muy interesantes y tentadoras pero la realidad o... mi realidad es, que no necesito otra pudiéndose arreglar. Y... bla, bla, bla y bla!! así se resume mi película!

¡¡¡V
oilaaaá!!!. ¡Aquí os presento a mi vieja amiga!. Mi TREK Superfly 9.8 renovada y personalizada, algunos componentes y piezas repuestos que aún no están montados. Como nueva!. Casi, casi, hasta me da pena utilizarla para que no se roce ni manche, jajaja!!!



Así que ale!! menos comprar-usar-tirar y más comprar-usar-reparar/reutilizar. Que el individualismo no sea el olvido del nosotros, de la comunidad y del bien común..... Un momento!!!. Que este era el punto final de esta entrada pero al hilo de lo expuesto, acabo de recordar a Momo!!!. Un tesoro que llegó a mis manos cuando era pequeña, una lectura que caló profundo y quizá la que impulsó mis primeras reflexiones sobre esta sociedad materialista, sobre la necesidad de recuperar valores como  la amistad, saber escuchar y el bien más preciado; el tiempo!. También el reflejo claro de que la mirada y el corazón de los niños es puro y honesto..., hasta que lo transformamos a nuestro antojo, fiel a lo aprendido, a nuestro modo de ver y sentir la vida. Qué suerte!!! rescatado del baúl de los recuerdos, ya tengo un regalito/tesoro que hacer a mis hijos y por supuesto, volver a leer.  

Se tú el cambio que quieres ver en el mundo. - Mahatma Gandhi

Paloma

El deporte es una lucha contra los límites. Una referencia hacia la lucha o confrontación que nada tiene que ver con la agresividad o violencia.

Confrontación significa que hay oposición y también una dualidad pues siempre se hará contra algo, alguien, o contra sí mismo. En esa lucha radica su esencia, su razón de ser, incluso si se desarrolla en un ambiente lúdico y recreativo. Incluso el  deportista que practica su actividad física en soledad, se marca expectativas, objetivos,... mantiene una lucha muy íntima que no trata de ganar o perder y cuya respuesta está únicamente dentro de si mismo. La verdad se esconde en nuestro interior y por eso, el deporte es una herramienta para conectarnos con nuestro yo más íntimo, aunque a muchos esto les resulte una patochada. Al final, el éxito o el fracaso, la victoria o la derrota no dependen necesariamente del resultado final, sino de haber encontrado la armonía entre cuerpo, mente, espíritu y naturaleza (cuando la actividad se desarrolla en ella). Todos tenemos límites físicos, psíquicos, sociales o espirituales y los que en definitiva, nos hacen vulnerables. Pero también los que nos impulsan a superar y transcender más allá de la limitación sea cual fuere. La historia de la humanidad es un ejemplo de superación de límites que a priori, eran imposibles. La capacidad, el trabajo, la astucia, valentía y la tenacidad por nombrar algunos valores, han conquistado increíbles descubrimientos y hazañas de todo tipo. 

Hay tantas variables en la consecución del fin que su conquista triunfal se convierte siempre en una aventura al encontramos sorpresas varias por el camino; cuestas que se atragantan, caminos que no esperábamos, lluvia, viento, frio, calor, agotamiento, imprevistos,.... Otras veces nos enfrentamos a incertidumbres, dudas, lesiones o cualquier imprevisto que altera la vida emocional y física. Nuestra reacción ante todo este conglomerado de sucesos hacen que se vaya forjando nuestro carácter. Los deportistas somos exploradores de límites y en ese ímpetu o ansia de salir de la zona de confort y buscar la superación de barreras, hay una extraordinaria fuente de crecimiento personal. 

¿Te has dado cuenta de que la mejora no llega desde fuera?, la mejora llega desde dentro del deportista y sobre todo, cuando se realiza con un espíritu de libertad y gratuidad. El deporte es en esencia, una actividad libre y liberadora. Evidentemente, nadie nos pone una pistola en la cabeza cuando salimos a practicar cualquier actividad física, nadie nos obliga a subir a una bici, a una cima, a continuar la escalada de cuestas extenuadoras o exponernos a ciertos riesgos...

la competitividad mal entendida en todos los ámbitos de la vida es la que genera frustración y lucha de egos. En algunos casos, el exceso de ambición lleva a muchos deportistas a cruzar límites poco éticos y en algunos casos insalubres.  Podemos tener  motivaciones muy diferentes a la hora de hacer deporte y todas ellas son respetables y legítimas. Si bien todos los deportistas quieren alcanzar ese propósito personal  deseado (superar marcas, perder peso, deporte-salud, objetivos puntuales,...) y ser competitivos nos ayudará a conseguir el resultado con mayor facilidad, la respuesta está en CÓMO se desarrolle esa competitividad negativa o positiva. 

Cuando entramos en el juego de la comparación, en realidad estamos autoinmolándonos. Si bien es cierto que el deporte pierde su sentido si no hay "lucha", la competitividad hace referencia al otro, mientras que la lucha también hace referencia a uno mismo. Cuando uno vence al otro, el espíritu competitivo se hunde pues es el espíritu luchador el que se siente vencedor cuando ha dado todo lo que podía, incluso aunque no haya derrotado al opuesto.   No se trata de ser mejor que nadie, llegar antes, correr más rápido, meter más goles, nadar mejor, etc. Se trata de demostrarse a uno mismo que puede llegar a hacerlo, de recorrer un camino de autoconocimiento físico y psíquico, de concentración y astucia. Se trata de saber POR QUÉ lo haces pero sobre todo CÓMO lo haces.

Nos corresponde a padres y educadores entender primero por nosotros mismos y luego, hacer llegar a nuestros deportistas mayores y pequeños que, solo cuando disfrutas de lo que estás haciendo porque te gusta, cuando trabajas por superar tus límites, cuando vives y trasmites tu pasión, el resultado final siempre será positivo (se consiga o no la excelencia), consecuencia de un trabajo realizado de manera correcta.

Disfruta, vive y ama lo que haces. Todo lo demás viene por añadidura!


Paloma


¿Qué defecto puede tener el exceso de algo bueno? ¿es posible que mucho de algo bueno sea perjudicial?.  Pues si! hasta el exceso de algo bueno resulta que no lo es. En el caso de la actividad física, está claro que tanto por defecto como por exceso, tiene consecuencias negativas para la salud.

Siempre y cuando el deporte sea practicado de forma razonable y coherente en cada caso particular, obtendremos todos los efectos beneficiosos sobre nuestro organismo. Ahora bien, cuando el ejercicio físico pasa a ser desmesurado, las personas más vulnerables pueden convertirse en adictos o dependientes del deporte que estén practicando (más de 8-10 horas semanales).

Partiendo de la base de que en deportistas aficionados el FIN PRINCIPAL del DEPORTE debiera ser (bajo mi entender) el DISFRUTE y mantenerse SALUDABLE FÍSICA y MENTALMENTE, a veces nos encontramos cruzando la delgada línea hacia la dependencia. Y es a nosotros,  a los que practicamos cualquier actividad física, a quiénes más nos cuesta reconocerlo.

Deberíamos hacernos varias preguntas: 1.- ¿Qué es la adicción al deporte? 2- ¿Cuáles pueden ser las causas? 3.- ¿Cuáles son los patrones de comportamiento indicativos de adicción, en este caso, al deporte?. 

1.- Se habla de adicción cuando existe dependencia. Una adicción marca una falta de "algo" anclada en el inconsciente, que el organismo compensa reclamando ya sea tabaco, alcohol, o cualquier elemento adictivo, de forma que compense esa falta. Es adictivo porque cuando se termina, el organismo vuelve a tener la sensación de que le falta algo, y por lo tanto, vuelve a tener esa necesidad de volver a llenarse. El ejercicio, como el abuso de drogas, hace que se liberen de forma natural en exceso neurotransmisores como endorfinas y dopamina, ligados a la sensación de recompensa. 

2.-Las causas de la adicción al deporte pueden ser múltiples: intención de perder peso, de superarse, de mantenerse en forma pero también una vulnerabilidad genética o psicológica, la presión social por mantenernos jóvenes y esbeltos, el marketing deportivo... Todos estos factores pueden constituir un factor de riesgo.

Aunque casi nadie se atreve a hablar, ni reconocer los vacíos y heridas emocionales que se esconden tras estas conductas. Las adicciones están vinculadas  a heridas emocionales no resueltas (generalmente durante la infancia) en relación con lo no dicho  (a-dicción), con el no quiero o no puedo arriesgar la palabra por miedo a fallar. Se relacionan con el sentimiento de sentirse alejado, separado, ignorado o no valorado por papá o mamá. Falta de autoestima, seguridad, ira reprimida,...
Se busca desde afuera ese anclaje o soporte que toma el lugar de quien dirige la vida, una forma de evasión ante la responsabilidad de no saber enfrentarse a las expectativas propias y ajenas. Es una huida para evitar el contacto con la emoción que genera una sensación de vacío existencial, falta de amor, soledad, desconexión. La adicción es un refugio para enmascarar ese sufrimiento, aunque siempre de forma temporal, pues siempre volverá a generarse la ansiedad y vacío.

3.- Obsérvate y analiza si te encuentras reflejado en algún patrón de dependencia/adicción, que lejos de ser saludable, puede causar trastornos físicos (lesiones, agotamiento,...) y psíquicos:
  • No eres deportista profesional y el deporte es la prioridad, te afecta aislándote de la vida social o familiar.
  • Sentimiento de vacío, abstinencia o tristeza al disminuir el ejercicio físico.
  • Deseo constante (obsesivo) por mejorar el rendimiento, las marcas, resultados e incluso el aspecto físico.
  • "no escuchar" al cuerpo a riesgo de lesión, continuando con la actividad, soportando incluso dolor físico y agotamiento.
Estamos en la cuerda floja de forma continua, con un pie en el abismo e intentando mantener el equilibrio. Si eres deportista, o conoces a alguno, puede que hayas observado y reconocido algunos comportamientos obsesivos al respecto de todo lo dicho, puede que en algún momento de tu vida, durante tu vulnerabilidad e indefensión como niñ@, hayas arrastrado heridas emocionales y que se manifiestan de forma inconsciente. Afortunadamente, pasados los años, contamos con nuestra propia experiencia, y sobre todo, con muchas herramientas para enfocarnos de forma consciente y dirigir nuestra vida de forma sana. 

Y no son pocas personas las afectadas, diría que muchas... En el entorno que me muevo, lo veo a diario y lo detecto rápidamente pues yo misma he sido "adicta/dependiente" de deporte en algún momento de mi vida. Me refugié en él de forma inconsciente hasta que pasados los años, la experiencia y los errores, busqué las soluciones con la mirada hacia dentro, en vez de hacia fuera, enfrentándome a mis propias sombras. Pero este es un capítulo digno de otra entrada..., o varias!!!. 

¡Reconocer nuestra vulnerabilidad nos hace más fuertes!



Época de sequía, la tierra enferma y las personas también porque nuestros cuerpos se desequilibran. Vivimos mirando al cielo para ver si llega la lluvia y con ella todas las bendiciones, porque son eso, bendiciones. Todos nos hemos dado cuenta ya de que cada vez hay más personas asmáticas, más alergias que afectan al sistema respiratorio..... ¿Pero..., cuál es la explicación de todo esto?. Parece ser que el exceso de iones positivos en el aire (sin tener en cuanta la influencia alimentaria) afecta a todas las personas, aunque muchas son particularmente sensibles a su influencia, afectando a los sistemas respiratorio, nervioso y hormonal. La ciencia nos trae descubrimientos fascinantes!. 
¿Qué son los iones y de dónde vienen para tener una influencia tan significativa en nuestra salud?. Conocer de forma básica lo que es un átomo nos ayuda a entenderlo. Un átomo está formado por un núcleo, donde hay protones (cargas positivas) y neutrones (sin carga), todo ello rodeado por electrones (cargas negativas) que se mueven en órbitas alrededor del núcleo. Un átomo en su estado neutro, en lo que podríamos considerar su forma más natural, tiene el mismo número protones (+) que de electrones (-).
A partir de ese estado neutro, cuando un átomo gana o pierde electrones, se convierte en un ión. Cuando un átomo cargado eléctricamente gana electrones se convierte en un ión negativo (anión) y si pierde electrones se convierte en un ión positivo (catión).
Pues bien, resulta que la ionización positiva del aire, es perjudicial para el ser humano, provocando cansancio, dolor de cabeza, irritabilidad, insomnio y malestar general. Este exceso de iones positivos, que se da normalmente en las ciudades. Esto es debido en parte a que la contaminación atmosférica destruye los iones negativos, efecto indeseable que se refuerza por la presencia de televisores, ordenadores, móviles y aparatos eléctricos en general y en lugares cerrados, frecuentemente poco ventilados.

Por tanto queda claro que  la ionización negativa produce relajación y aumenta el rendimiento corporal y psíquico. Parece que la presencia de estos iones reduce la serotonina y con ella el estrés e influyendo también en el estado de ánimo. En definitva, se le atribuyen  múltiples funciones favorables para el bienestar del individuo, como la de limpiar el aire de contaminación, una cierta acción bactericida, el producir una sensación de frescura y bienestar, despejar la mente, mejorar funciones digestivas y respiratorias, etc.

Los átomos y moléculas de los gases que forman la atmósfera terrestre (nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, vapor de agua, etc.) son las fuentes de las que provienen los iones positivos o negativos, que están siempre presentes en el aire que respiramos y que en una atmósfera equilibrada, están en una proporción también equilibrada, de uno a uno aproximadamente.

Estos iones se producen espontáneamente en la naturaleza por diferentes causas: radiaciones cósmicas o terrestres, fenómenos meteorológicos (tormentas, descargas eléctricas, ciertos árboles como los pinos y los helechos, las cataratas, cascadas, las olas del mar o el mismo flujo del viento cargado de polvo o arena). 

En alta montaña la atmósfera es negativa, predominando los iones negativos, mientras que en las grandes ciudades, localizadas en áreas de poca altitud, son frecuentes las acumulaciones importantes de cargas eléctricas positivas, que parecen influir notablemente sobre muchas enfermedades.

Curiosamente, en las horas previas a una tormenta, predominan en el aire los iones positivos, inquietando no sólo a las personas, sino también a los animales. Y por el contrario, una vez ha pasado la tormenta, predominan en el aire los iones negativos. Es por eso que se percibe una grata sensación de aire más fresco y limpio, un ambiente realmente agradable. 

Una importante fuente de ionización negativa es el agua en movimiento (duchas, fuentes, saltos, cascadas, la orilla del mar, etc.) porque cuando el agua choca y la gota se divide, la parte más volátil del agua, que es la que se respira, queda cargada negativamente.
¿Será por eso que una simple ducha es siempre un placer? ¿será por eso que nos resulta tan agradable pasear en las proximidades de una cascada natural o artificial, por la orilla del mar o cerca de un acantilado en el que rompen las olas del mar?. ¿Será por eso que en todas las plazas de los pueblos y ciudades hay fuentes con grandes chorros? ¿será por eso que cada vez que salíamos al campo o a la montaña nos encontrábamos mejor sin saber por qué?. Aquí tenemos la respuesta científica!!! Aquí tenemos la prueba de que necesitamos a la naturaleza, que nos hace falta como el mismo aire que respiramos, como el agua que bebemos, esta es la prueba de que un ambiente negativo es realmente positivo!. 

Deseando que llegue la lluvia para reestablecer el equilibrio y  bienestar de todos.


Fuente: http://blogs.hoy.es/ciencia-facil/