Viernes 23 de Diciembre a las 17h, es la fecha y la hora planificadas para el último taller del año, una actividad para niños lúdica, educativa y solidaria: LAS HUCHAS INTELIGENTES. Tenía claro que lo sacaría adelante con muchos o pocos niños, ya que esta edición recogería la recaudación de las huchas solidarias de los niños que participaron en la edición anterior. Pensé que era buena fecha para todos aquellos que se quedaban en Madrid, vacaciones escolares, tiempo libre y compras por ultimar. Como he venido haciendo durante todos estos meses, he lanzado la convocatoria a través de las redes sociales, a muchos amigos y conocidos pero no siempre se acierta, no siempre se tiene el alcance que uno desearía o la respuesta que esperaría.
Mi intención y esfuerzo en organizar esta actividad no está motivada por el tema económico sino por el contenido y la finalidad. No quiero entrar a juzgar la escasa respuesta, si está bien valorado o no, no voy a hacer suposiciones, ni voy a tomármelo como algo personal. Cada uno puede opinar lo que considere bajo la visión de su realidad y que es absolutamente respetable. Yo misma me veo muchas veces en la imposibilidad de hacer actividades para dar paso a otras prioridades... Pero no puedo negar cierto sentimiento de tristeza y desilusión que crece por momentos, quizá fruto de estas fechas especiales, quizá por la carga emotiva que el proyecto RECYCLIFE trae en la valoración de un año intenso de trabajo, por unas expectativas a veces no cumplidas....
Y ese sentimiento de tristeza y desilusión viene acompañado también de una satisfacción personal que tiene más fuerza en la balanza. Cierro el ciclo de un año con esta actividad que desvela a los niños el secreto del dinero: Saber gastarlo, ahorrarlo y compartirlo. La utilización de estas tres huchas favorecerá la asimilación de los conceptos para que se conviertan en adultos responsables. En la equivocación con el manejo de las huchas está el aprendizaje para comprender el valor del dinero y de las cosas (siempre con el seguimiento, supervisión e implicación de los padres). La hucha solidaria les ayudará a aprender que no solo hay que pensar en satisfacer su propio ego, sino que, la felicidad se consigue compartiendo y haciendo feliz al prójimo.
La hucha solidaria está vinculada a un proyecto benéfico para hacerles partícipes y protagonistas directos de una acción concreta y cercana. Este proyecto viene de la mano de mi amigo Jon Merino y cuyo objetivo es obtener ayuda para la construcción de una escuela en una pequeña localidad de Gambia KENALY NURSERY SCHOOL. Se les presentó a los niños la realidad y las necesidades de una población muy pobre. En esta ocasión, los niños de la edición anterior trajeron la recaudación de sus huchas solidarias y la entregaron para el proyecto. El momento más emotivo fue ver la grabación que recibimos desde Gambia (Comunicación entre pueblos) y hacer lo propio desde aquí con una grabación espontánea de nuestros niños.
Me llevo la satisfacción personal de realizar una pequeña acción solidaria, haciendo a los niños partícipes de ella a través de una actividad lúdica y educativa que traerá muchos beneficios en su crecimiento y enriquecimiento personal.
Quiero agradecer especialmente a quiénes me han ayudado desinteresadamente: A Jon por su proyecto personal, por su generosidad, carisma, por premiarme y motivarme siempre con sus palabras, a mis hijos Jimena y Nicolás que me enseñan e inspiran cada día, a Carmela, por su complicidad y por ser la compañera perfecta. A Cristina por poner su "magia" en este proyecto, a Joaquín por ser soporte imprescindible, a Yolanda porque sus acciones hablar por si solas, a Isabel, Guadalupe, Paz, Anna, Javier, ... y a todos los que me habéis motivado con pequeños gestos y palabras (sois muchos). GRACIAS por regalarme vuestro apoyo y cariño!. Os quiero!