No recuerdo cuántos años tendría cuando aprendí a montar en bici, creo que unos 6 o 7.... Mis recuerdos son junto a mi hermano (mellizo) aprendiendo solos en un arranque de valentía, aburridos de llevar ruedines. Las bicicletas de mis hermanas mayores fueron las que nos dieron la oportunidad de abrirnos camino sobre dos ruedas. Y a partir de ahí, cayeron horas de pedaleo, rodillas magulladas y raspaduras que tatuaron el cuerpo sobre todo durante el verano. Fue una época feliz y sigue siéndolo cada vez que me subo a la bici.
Y si antes pasábamos mucho tiempo fuera de casa, ahora es justamente lo contrario en la mayoría de los casos. Ya sabemos que el sedentarismo infantil es una epidemia. El 85% de los
niños no realiza el mínimo de actividad física recomendada por la OMS. Un
informe anual de 2016 sobre la actividad física de los jóvenes en España revela
datos tan preocupantes como que más del 80% de los adolescentes son
sedentarios. ¿Es tan grave realmente?, ¿Sabemos cuáles son sus riesgos?, ¿podemos hacer algo al respecto?
Hoy en día los niños juegan demasiado a las videoconsolas o pasan demasiado
tiempo delante de sus ordenadores, tablets y smartphones. Todo eso se
traduce en inmovilismo y favorecimiento hacia la obesidad infantil. La era
digital ha traído muchos beneficios, un extraordinario acceso a la información y
otras formas de socialización, pero lo cierto es que los niños ya no salen a
jugar a la calle como en generaciones anteriores. Actividades como montar en
bicicleta, juegos tradicionales “el pilla pilla”, “el escondite” o “el
balón quemado”, se ven arrasados por las nuevas tecnologías.
Somos conscientes de que las próximas generaciones están condenadas a tener
una infancia más sedentaria, si la tendencia actual no cambia y no se
introducen modificaciones en la educación de los niños. Según la encuesta “Children in the city” realizada
por la Fundación Española del Corazón (FEC), la World Heart Federation (WHF) y
la Union Of European Football Associations (UEFA), que ha dado pie a una
campaña para tratar de remediarlo; el 85% no realiza
la hora diaria mínima de ejercicio físico, recomendada por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) para niños entre 5 y 17 años.
También comprobado que la inactividad física es
la causante de un 6% de muertes en el mundo. El sedentarismo es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular (por esta
enfermedad fallecen al año en España más de 117.000 personas). El 80% de estas
patologías se pueden prevenir adoptando hábitos de vida saludables que ya
sabemos pero que no ponemos en práctica: ejercicio físico de forma regular y
alimentación saludable. Conscientes de la realidad infantil, se trata de encontrar el equilibrio entre los estudios, el aspecto lúdico digital y la actividad física.
Los datos del “Informe 2016 sobre
Actividad Física en niños y adolescentes en España” arroja las siguientes cifras:
Informe sobre la actividad infantil y juvenil en
España en el año 2016. Infográfico de Rosa Gallardo para EFE Salud.
El informe refleja que el entorno familiar es fundamental para que los
niños sean activos físicamente. El indicador muestra un porcentaje más
elevado de niños que realizan deporte cuando su entorno es más activo
físicamente y les apoyan para que hagan ejercicio. En concreto, de los niños y
niñas de 8 y 9 años que son activos, el 80% tiene algún familiar activo; y en
los adolescentes que son activos, el 40% tiene algún familiar que lo es.
Y no hay mejor manera de combatir el sedentarismo infantil que promover el deporte y si es en familia, mejor, ya
que se creará un hábito de por vida. Porque no hay que olvidar que “los hijos
son el reflejo de sus padres”.
Devolvamos a la infancia esas ganas de querer coger la bicicleta, de salir, explorar, conocer, hacer amigos, abrirse al mundo hacia afuera y conectar con la naturaleza.