¿POR QUÉ UN BLOG AHORA?

No..., no me imaginaba que acabaría escribiendo mi propio blog. En realidad me veía demasiado "pequeñita", sin la audacia para escribir lo suficientemente bien, con gracia, inteligencia, utilizando las palabras de manera apropiada para darle forma al pensamiento, estructurando bien el contenido..., también por miedo a hacer el ridículo, por las críticas y suspicacias.... Entonces, ¿por qué ahora un blog?. 

Bien, la realidad es que he pasado a otro grado de madurez y no hay en absoluto miedo al ridículo o a las críticas de cualquier tipo. Solo se aprende a escribir, escribiendo (también leyendo, por supuesto) y aquí están sucediéndose las palabras. En este momento de mi vida, siento la necesidad vital de querer expresar, de decir, de soltar, de exteriorizar lo interiorizado. De algún modo, toda la energía que se libera y canaliza mientras hago deporte, también quiere hacerlo ahora través de la escritura. Qué poderosas son las palabras que tanto bien pueden hacer y tanto mal de no utilizarse de forma impecable. Mediante las palabras puedes revelar todo, lo que eres, lo que sueñas, lo que sientes, puedes crear pero también destruir... (tema de largo debate). 

Mi padre es un hombre al que poco conozco pero que bien intuyo, letrado de profesión y un gran orador, capaz de ganarse la atención y admiración de muchos pero hermético de puertas hacia dentro. ¿Quién es mi padre? ¿qué piensa?, ¿Qué le ha inspirado en su vida? ¿Qué le genera miedo, inquietud, alegría, nostalgia,...?. He aceptado que estas preguntas con toda probabilidad no tendrán respuesta. Llevo su sangre y en herencia parte de su SER. Descubrirlo sería encontrar también una parte de mi misma. Así que, una de las razones por las que quiero escribir y ponerme al descubierto es por mis hijos. Si en algún momento de sus vidas no han entendido o comprendido lo suficiente a su madre, podrán echar mano de mis palabras escritas y así re-conocer quién soy, qué pienso, qué me inspira, qué me genera miedo, alegría, nostalgia,... Podrán reconocerse a si mismos, dar sentido y valor a sus propias vidas. 

No tengo afán de protagonismo, me da igual si escribo bien o mal pero lo hago desde el corazón y como las cosas del corazón suelen ser invisibles a los ojos, me permito escribirlas para que se vean/lean y perduren en el tiempo.