¿Te sirvo un plato de magia?: música y movimiento


Si bailas con tu corazón, tu cuerpo lo seguirá
El pasado viernes 29 de Septiembre, arranqué el fin de semana asistiendo al Ecstatic Tao Dance "Abriendo capas". Y efectivamente, así sucede..., se abren capas y de qué manera!!.

Y bien.., ¿qué es eso?; me preguntan. Si te gusta bailar, es el mejor sitio donde la libre expresión no es juzgada ni etiquetada, más bien todo lo contrario. Me fascinó ver en cada uno de los allí presentes como lo que somos; tan diferentes, únicos, desnudándonos a la autenticidad que nuestro cuerpo expresa. Durante la sesión no está permitido hablar pero hay un lenguaje no verbal increíblemente rico e intenso a través de los movimientos, la mirada, los gestos, una sonrisa... Al comienzo te rodeas de personas desconocidas y al final, no les ves de la misma manera porque en realidad, has entablado comunicación con ellos!! les has conocido en una versión auténtica de ellos mismos!!. Una actividad perfectamente estructurada durante tres horas y donde la percepción del tiempo, cambia asombrosamente. Disfruté como una niña bailando de un lado a otro de la sala, algunas veces acompañada, saltando sin parar, buceando en la imaginación de algún personaje, abriendo el grifo de emociones contenidas...   

Gilipolleces!! piensan algunos... Claro!! no han vivido la experiencia. Al parecer existe un paralelismo entre los elementos de la música y las personas en cuanto a "cómo somos":
  1. el ritmo relacionado con la parte corporal
  2. la melodía con la parte afectiva
  3. y la armonía con la vida intelectual y de relación. 
Desde un punto de vista psicológico estos tres elementos son muy importantes porque se refieren a la parte sensorial, afectiva y mental del individuo.  La música despierta emociones al estimular centros cerebrales específicos, siguiendo un camino de interiorización que impulsa a manifestar sensaciones. La psicología de la música mira este proceso como algo holístico entre varios elementos como el cuerpo, mente, espíritu y emoción, contribuyendo al equilibrio necesario que debe existir entre estos elementos con el fin de brindarnos bienestar.  

En cuanto al cuerpo y el movimiento, la música contribuye al dominio y canalización de las emociones, permitiendo que  las personas ante la dificultad en la expresión de emociones y sentimientos, despierten sus energías latentes e impulsos.  Cuando movemos el cuerpo y lo dejamos llevar por las ondas musicales, se produce una conexión entre el mundo interior y el entorno, permitiéndole al cuerpo y a la mente estar en constante interacción recíproca, logrando la liberación y descarga de sentimientos a través del movimiento y de gestos corporales que finalmente, permite experimentar un goce físico y emocional. Esto explica el título tan apropiado "Abriendo capas".   

La energía del sonido que produce la música tiene la capacidad de generar una relajación inconsciente. Demostrado queda que el estado de meditación al que te induce la música, contribuye entre otras cosas a la normalización de la tensión muscular y la respiración, aumenta la cantidad de oxígeno en sangre, acelera la curación de heridas, mejora el funcionamiento del sistema inmune, alivia el dolor, disminuye el estrés, etc... Y a esa energía, ese algo que no se puede medir, ni cuantificar, solo se le puede llamar magia. La magia de la música.  

Aristóteles no tardó en descubrir que las melodías y los ritmos de la flauta fortalecían el cuerpo, mente y el espíritu. Platón sostenía que la música cumplía para el alma lo que la actividad física para el cuerpo.  Conviene recordar que no solo somos cuerpo y mente..., hay algo por ahí a lo que llaman espíritu y también forma parte de nosotros.

¿Gilipolleces?. Permítete y siente...Ahhh!! y no te olvides de encender la magia todos los días!!.


 
Documentación: "Realitas" - Revista de Ciencias Sociales, Humanas y Artes
Más información: www.tao-dance.com 

Agradecimiento: José Rodríguez - Facilitador sesión Ecstatic Tao Dance

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