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Si bailas con tu corazón, tu cuerpo lo seguirá |
Y bien.., ¿qué es eso?; me preguntan. Si te gusta bailar, es el mejor sitio donde la libre expresión no es juzgada ni etiquetada, más bien todo lo contrario. Me fascinó ver en cada uno de los allí presentes como lo que somos; tan diferentes, únicos, desnudándonos a la autenticidad que nuestro cuerpo expresa. Durante la sesión no está permitido hablar pero hay un lenguaje no verbal increíblemente rico e intenso a través de los movimientos, la mirada, los gestos, una sonrisa... Al comienzo te rodeas de personas desconocidas y al final, no les ves de la misma manera porque en realidad, has entablado comunicación con ellos!! les has conocido en una versión auténtica de ellos mismos!!. Una actividad perfectamente estructurada durante tres horas y donde la percepción del tiempo, cambia asombrosamente. Disfruté como una niña bailando de un lado a otro de la sala, algunas veces acompañada, saltando sin parar, buceando en la imaginación de algún personaje, abriendo el grifo de emociones contenidas...
Gilipolleces!! piensan algunos... Claro!! no han vivido la experiencia. Al parecer existe un paralelismo entre los elementos de la música y las personas en cuanto a "cómo somos":
- el ritmo relacionado con la parte corporal
- la melodía con la parte afectiva
- y la armonía con la vida intelectual y de relación.
Desde
un punto de vista psicológico estos tres elementos son muy importantes porque
se refieren a la parte sensorial, afectiva y mental del individuo. La
música despierta emociones al estimular centros cerebrales específicos,
siguiendo un camino de interiorización que impulsa a manifestar sensaciones. La
psicología de la música mira este proceso como algo holístico entre varios
elementos como el cuerpo, mente, espíritu y emoción, contribuyendo al
equilibrio necesario que debe existir entre estos elementos con el fin de
brindarnos bienestar.

La
energía del sonido que produce la música tiene la capacidad de generar una
relajación inconsciente. Demostrado queda que el estado de meditación
al que te induce la música, contribuye entre otras cosas a la
normalización de la tensión muscular y la respiración, aumenta la cantidad
de oxígeno en sangre, acelera la curación de heridas, mejora el funcionamiento
del sistema inmune, alivia el dolor, disminuye el estrés, etc... Y a esa
energía, ese algo que no se puede medir, ni cuantificar, solo se le puede
llamar magia. La magia de la música.
Aristóteles no tardó en descubrir que las melodías y los ritmos
de la flauta fortalecían el cuerpo, mente y el espíritu. Platón
sostenía que la música cumplía para el alma lo que la actividad física para el
cuerpo. Conviene recordar que no solo somos cuerpo y mente..., hay algo por ahí a lo que llaman espíritu y también forma parte de nosotros.
¿Gilipolleces?.
Permítete y siente...Ahhh!! y no te olvides de encender la magia todos los
días!!.
Documentación: "Realitas" - Revista de Ciencias Sociales, Humanas y Artes
Más información: www.tao-dance.com
Agradecimiento: José Rodríguez - Facilitador sesión Ecstatic Tao Dance
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